Brujas, la ciudad parada en el tiempo
- mochilayadelante
- 17 oct 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 18 oct 2021

Esa ciudad que parece anclada al pasado, que traslada tu imaginación al siglo XV, que te enamora con sus canales, sus calles, edificios y rincones mágicos. Cada estación y cada momento del día te muestra una ciudad diferente, llena de misterio y hermosura. Calles solitarias paradas en el tiempo y su gris nostalgia, una ciudad para los amantes de la historia, para los fotógrafos, una ciudad que te deja cautivado desde el primer momento.

Con su nombre lo primero que puedes pensar es que aquí había señoras con escoba y verrugas en la nariz que hacían conjuros y hechizos. ¿Pero de dónde viene ese nombre?
Para ello nos remontamos al siglo IX, cuando llegan aquí a hacer pillajes unos señores rubios, de ojos azules y acostumbrados al frio. Sí, los vikingos que surcaron estos canales con sus veloces drakkar y bautizaron a esta ciudad con el nombre de “Bryggia” que si traducimos significa “Puente/muelle”. Pero no queda en eso, en flamenco (idioma oficial en Flandes) “Brug” también significa “puente”, y el nombre actual es Brugge “puentes”. A parte de otorgar el nombre a la ciudad, con la llegada de los vikingos es cuando empieza la historia surgiendo en el siglo IX. Esta ciudad les servía como base para realizar pillajes e incursiones, estaba tierra adentro pero muy cerca de mar abierto.

Hacia el año 1134 una increíble tormenta hace que sus canales se amplíen mucho más en el río Zwin, y su cercana conexión con el mar va a traer el esplendor y la decadencia.
Con el esplendor me refiero a que el puerto hará que se incremente el comercio, sobre todo textil. Concretamente con los famosos paños de Flandes, unas telas muy valoradas en la época y con unos colores rojizos, bermellones que harán muy prospera a la ciudad de Brujas.
Pero lo bueno no dura siempre, el mismo canal que hace crecer a la ciudad, también le hará entrar en decadencia. Hacia el siglo XV, el río Zwin empieza a acumular sedimentos lo que hace que las embarcaciones que trasportaban mercancías quedasen encalladas, a eso se le suma que hay cambios políticos y el gobierno se ha trasladado a la ciudad de Amberes, muchos de los comerciantes empiezan a marcharse. Brujas queda muerta, tan muerta que se la bautizó como “Brujas la muerta o la dormida”. Hubo cambios como el traslado del puerto interior hacia las afueras (Zeebruge) para continuar con el comercio textil y se incrementa el transporte por tierra.
A finales del siglo XIX había 13000 hilanderas en la ciudad y unas 40 escuelas, gracias a esto se pudieron mantener muchas familias, pero era insuficiente para lograr volver al siglo del oro, otro de los hechos que hizo aumentar la economía de Brujas fue el escritor Georges Rodenbach.

Brujas la muerta (1892), narra la historia de Hugues Viane, un viudo de 40 años que se trasladó a vivir a Brujas, una ciudad donde se siente más cerca de su esposa donde sus calles le hacen sentir reconfortado en su nostalgia.
Un libro traducido a varios idiomas, su narración y su éxito hizo que se abriese un nuevo perfil en la economía de la ciudad, Brujas empieza a ser visitada, hasta llegar a recibir 4.000.000 de turistas al año, la gente quería conocer esa ciudad parada en el tiempo. Ahora Brujas se le conoce como la "Venecia del norte". Y para quien le pueda interesar, ahora Rodenbach es la marca de una cerveza, así una recomendación que añado por aquí.
¿Quieres saber más?
Iré escribiendo poco a poco sobre lo que podemos visitar, y a continuación os dejo cosas de interés en Brujas.
Que visitar en Brujas
Belfort de Brujas
Basílica de la reliquia de la Santa Sangre
Plaza Burg
Muelle del Rosario
El puente de San Bonifacius
Casa Museo Gruut
Iglesia de Nuestra Señora de Brujas
Antiguo Hospital de San Juan
Catedral de San Salvador
Stoofstraat
Fábrica de cerveza Halve Maan
Beguinario
Minnewater
Donde comer
T’Lammetje (Braambergstraat, 3), situado a unos pasos del lugar más famoso y fotografiado de la ciudad. Ha sido el lugar donde mejor he comido en esta ciudad, y su atención es excelente. Así que muy recomendado, podéis probar la comida típica y mucho más.
Café de Gilde (Oude Burg, 17), muy cerca de todo el centro de la ciudad, la comida es muy buena, lo malo, es que suele estar siempre abarrotado al estar tan cerca de la Torre Belfort.
Opus Latino (Breidelstraat), vais a poder ver una tienda “La Belgique Gourmande”, y la entrada de un callejón. Tal vez seamos temerosos de estos pasadizos, pero siempre hay que arriesgar, y una vez que pasas y continuas hasta el final encontráis una puerta de un restaurante, totalmente recomendado, podéis encontrar comida típica y no típica, pero lo que más me encanta de este lugar es que tiene un jardín muy acogedor con una parte de canal donde he disfrutado tomando el té, comiendo crepés y leyendo un libro.
Sandwichery St. Amandje (Sint- Amandsstraaat, 33), sándwiches, pasta, sopas, patatas. Precios muy asequibles y una gran variedad de productos.
Donde beber
Museo de la cerveza (Bruges Beer Experience) (Breidelstraat, 3), hasta donde llega mi constancia ofrecían una degustación de 5 cervezas por 10 €. Normalmente las que se pueden elegir están expuestas en la barra. Para saber un poco más de lo que estás tomando, busca una botella de vino gigante con la bandera de España, estará escrito en nuestro idioma toda la información acerca de las cervezas que puedes probar. Además desde las ventanas tendréis unas vistas increíbles de la plaza más importante de la ciudad, Grote Markt.
Fábrica de cerveza Halve Maan (Walplein,26), producen la cerveza “Brugse Zot” (con un arlequín como logo) la podéis encontrar muy cerca del Minnewater y su gran curiosidad, es que transportan la cerveza por unas cañerías subterráneas hasta la embotelladora, unas tuberías que miden 3276 m y trasladan la cerveza a la afueras. ¿Cómo transportar 50.000 litros/hora de cerveza en un casco histórico Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO?


De Garre (Breidelstraat), ubicado en el mismo callejón donde está el Opus latino, tienen también su propia cerveza con un 11% , así que cuidadito con ella.
The beer wall (Wollestraat, 53), nada más entrar tienes una pared llena de botellas y copas de cerveza, está ubicada en una de las casas más fotografiadas de la ciudad, en otro artículo os diré porque. Por cierto, no se os ocurra llevaros la copa, tienen colocados dispositivos antirrobos.
Chocolate
En otro post previo hablé sobre el chocolate en concreto, e hice unas recomendaciones. Así como os mostré una forma sencilla de saber que tienda vende chocolate artesano, ya que en sus fachadas se muestra una placa del gremio chocolatero de la ciudad. En Brujas vais a encontrar montones y montones de lugares para comprar, pero tener en cuenta que no todas son artesanas. Así ya depende de cada uno donde elegir y qué elegir.
A mi opinión personal, siempre prefiero llevarme lo artesano a lo que no lo es, y suelo comprar en la tienda de “Chocolalino”. Estoy encantada con la variedad de productos y los sabores son excepcionales.

Chocolate caliente y crepés
Choco Jungle Bar (Vlamingstraat,33)
Como llegar a la ciudad
Autobuses, trenes… cualquiera puede ser viable y ambas paradas están en el mismo lugar. Pero a opinión personal y por experiencia recomiendo más el uso del tren. Prefiero el uso de esta compañía para realizar viajes entre países.
En bus:
Normalmente los buses suelen ser de la compañía Flixbus. Con salida desde Bruselas (Bruxelles Gare du Nord/ Gare du Midi) y llegan a la puerta sur de la estación de trenes de Brujas. (Rijselstraat-Spoorwegstraat (Kiss&Ride Zone))
En tren:
La empresa encargada es la SNCB, podéis encontrar una app en el playstore para buscar los horarios y su frecuencia. Normalmente cada 20/30 min. hay salida desde Bruselas (Bruxelles Gare du Nord/Gare Central/Gare du Midi) a Brujas (Brugge/Bruges) y conforme avanza el día la frecuencia es menor. Para saber que tren tomar, normalmente los que van hacia la costa paran en esta ciudad, trenes con dirección a Oostend, Blankenberge y Knokke-Heist.
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